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\”Quien llegue a la Suprema Corte debe ser de utilidad y no enriquecerse\”

  • Abr 15,2025
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Carlos Odriozola, quien busca llegar a la SCJN en las elecciones del 1 de junio, considera que los salarios y prestaciones de los ministros son “estratosféricos”.carlos-odriozola-entrevista

Carlos Odriozola hace campaña al Poder Judicial no solo en las redes sociales más usadas, como Facebook, Instagram y X, ya hasta abrió su cuenta de Tinder y Bumble.

El académico no tiene carrera judicial, pero asegura estar preparado para ser uno de los nueve ministros, pues lleva más de 30 años litigando y varias veces se ha “enfrentado” al máximo tribunal.

“Aquí lo que nos debe de importar es cómo le haces para romper las estructuras del poder y que realmente los derechos humanos se hagan efectivos para las personas”, enfatiza.

En entrevista con Expansión Política, sostiene que los próximos ministros deben ganar igual o menos que la presidenta Claudia Sheinbaum y no como ahora, que sus salarios son “insultantes”.

Llegar a la Corte, subraya el candidato, no debe ser un “ticket” a la riqueza.

“La gente que quiere llegar a la Corte, como es en mi caso, debiera querer llegar a ser de utilidad, no de enriquecerse. Hacer realmente el bien por las personas y si la gente lo entiende de esa manera, pues va a escoger a los perfiles indicados que no tengan esa visión por el dinero”, señala.

Odriozola llevó la defensa de ejidatarios de la isla Holbox, Quintana Roo; también representó a una estudiante de Derecho con parálisis cerebral infantil que enfrentaba discriminación laboral, y libró una batalla legal para que le retiraran la condecoración de Águila Azteca a Jared Kushner, asesor y yerno de Donald Trump.

“Yo tengo esa dualidad: soy académico, he dado clases de Derecho en universidades y he litigado en todos los niveles llegando hasta la Suprema Corte”, destaca Odriozola.

“Los he forzado a darnos la razón y digo forzado porque he llegado con los mismos asuntos de discriminación una, dos, tres veces (…) y, a punta de estarlo intentando, hemos logrado jurisprudencia en beneficio de las personas”.

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¿Quién es Carlos Odriozola?

Soy abogado de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde aprendí mucho contenido social y me fue inculcado pelear por el respeto a la justicia social a las personas.

Después, en 2007, fundé una ONG que se llama Centro Contra la Discriminación, justamente atendiendo a esa necesidad de que realmente lleváramos la justicia a las personas, porque nos dimos cuenta de que en México solamente a la gente con recursos se les abren las puertas a la justicia.

Entonces, a través de esa ONG comenzamos a hacer litigio estratégico desde hace ya 20 años, con el ánimo de sentar precedentes a nivel Suprema Corte que permearan en la sociedad.

¿Por qué quiere ser ministro de la Suprema Corte?

Quiero ser ministro porque lo que decide la Suprema Corte permea en todo el sistema jurídico. Todo lo que la Suprema Corte señala tendrá que ser obligatorio, dependiendo de las reglas de la jurisprudencia en ese momento aplicables, para tribunales colegiados de circuito y para jueces de distrito.

Es bien importante llegar a la Corte porque todo lo que se decida ahí permea en todo el sistema jurídico.

¿Cuáles son sus debilidades y fortalezas frente a los demás contendientes?

Llevo 30 años litigando, te diría a veces en contra, incluso, de la Suprema Corte, lo cual es una gran ventaja, porque no es lo mismo estar del lado del juzgador, en la comodidad de su asiento, que estar en el tribunal desde el origen, desde donde empieza el asunto hasta donde termina y acompañando al cliente, la persona vulnerable, en su reclamo de justicia.

Eso nos permite conocer a la gente que se dedica -como yo- al litigio y somos pocos en el caso de los candidatos; eso nos permite conocer todo el sistema legal desde el principio, desde lo más humilde, digamos, de la jerarquía judicial hasta lo más encumbrado que es la Corte, que hemos llegado muchas veces y con buenos resultados que no ha sido fácil.

¿Cómo ganar un lugar en la Suprema Corte? Y más cuando las candidatas mujeres son las que están más expuestas, las que se conocen más.

Las mujeres y los hombres no estamos compitiendo entre nosotros. Obviamente, existirá cierta incidencia en las campañas, posiblemente involuntaria, pero bueno, los hombres competimos contra los hombres. Somos 31 hombres que competimos por cuatro sitios.

La gran mayoría, 80% o 85% son funcionarios judiciales que ya pasaron por ese sistema de justicia. Otro porcentaje importante son principalmente investigadores, lo cual es muy loable, pero jamás se han parado en un tribunal; entonces, no conocen realmente los intríngules de la justicia.

Yo tengo esa dualidad: soy académico, he dado clases en el posgrado de la UNAM, he dado clases de Derecho en universidades, he dado clases en materia de derechos humanos, lo cual me parece importante, porque los hemos desarrollado desde el punto de vista académico y hemos litigado a todos los niveles llegando hasta la Suprema Corte.

¿Qué le podría aportar a la Corte?

Nosotros a la Corte le vamos a aportar una visión muy amplia y muy pro-persona de lo que son los derechos humanos, y eso es bien importante, porque no solamente basta reconocerlo. Estamos hablando, en el caso de derechos humanos, tratados internacionales de los 70; estamos hablando de hace más de 50 años y son tratados internacionales que decían y dicen lo mismo, por qué hasta ahorita nos estamos preocupando por decir: ‘a ver, ahorita sí te voy a garantizar tus derechos’.

Ahorita lo que hace falta es aplicarlos y aplicarlos de forma efectiva y en mi caso, como litigante, sé cuál es el camino para hacerlo.

Lleva más de 30 años como abogado, pero no tiene carrera judicial ¿Cree que eso lo pone en desventaja?

Es una gran ventaja porque llevo 31 años de abogado, 20 años litigándole a la Suprema Corte y, si bien no me paga y no soy empleado del Poder Judicial, estoy del otro lado de la barandilla. Tengo la experiencia en la lucha judicial, porque para estar en los tribunales se requiere de dos ópticas: la que estás del lado de la justicia y la que estás del lado del justiciable, de la persona que pide la justicia.

Yo he estado del lado de la persona que pide la justicia y eso te hace conocer también el sistema judicial; es decir, el sistema administrativo de cómo se pide el lápiz y cómo se pide la hoja, yo creo que aquí no nos debe de importar a nadie.

Puso una queja ante el INE en contra de algunos candidatos, entre ellos Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz ¿Cree que existe piso parejo para todos los contendientes?

Sin duda alguna no existe piso parejo. Es pública esa información, en el sentido de que existen apoyos, que de alguna manera no se están dando a todos los candidatos. Dicen los lineamientos (del INE) que, de entrada, si existen actos de campaña que estuvieran auspiciados por algún tipo de asociación, debiera ser en base a equidad.

Esto quiere decir que tendrán que invitarnos a todos los candidatos y candidatas de cuando menos de la misma categoría de cargo a la que se aspira y en este caso no ha sido así. Yo no recibí ninguna invitación de las organizaciones que invitaron a estas candidatas.

Carlos Odriozola

‘En años se verán resultados de la Reforma Judicial’

En 2007, Carlos Odriozola fundó la organización Centro Contra la Discriminación, A.C. (CECODI), la cual –según su página web- tiene como finalidad la defensa y promoción de los derechos humanos, promoviendo la cultura de igualdad y no discriminación con base en la Constitución y tratados internacionales.

Por medio del litigio, Odriozola ha enfrentado a diversas empresas para defender los derechos de trabajadores discriminados. Ahora es candidato a la SCJN, por lo que su nombre aparecerá en las boletas moradas del próximo 1 de junio.

Defiende la reforma en la materia que impulsó el expresidente Andrés Manuel López Obrador porque el Poder Judicial, enfatiza, tiene un alto grado de corrupción, opacidad y “vicios” como nepotismo y amiguismo.

¿Qué opinión tiene sobre la reforma al Poder Judicial?

Me parece que es importante y hay que apoyarla, porque efectivamente el Poder Judicial tiene un muy alto grado de corrupción, tenía un muy alto grado de opacidad y es bien importante que, a través de un proceso democrático y abierto, pues empiecen a visibilizar los errores que habíamos cometido antes: esa opacidad, que empiecen a abrirse la información, que la gente empiece a interesarse.

Amén de que además había muchos vicios como el nepotismo, como el amiguismo, una serie de cuestiones que hoy no quiere decir que se van a terminar al 100%, pero sí cuando menos se van a visibilizar y todos vamos a poder estar muy atentos de que no se repitan o tratar de que no se repitan y, si se repiten, de que sean sancionados.

¿Esta era la reforma que se necesitaba?

En mi concepto sí, porque una reforma de tal calado no puede ser una reforma negociada. Era muy difícil hacer una reforma de esta naturaleza, negociando con las personas que estaban adentro. Realmente tuvo que ser una reforma bruta, seguramente va a tener fallas, pero creo que al final del día, en unos años, comenzaremos a ver resultados, espero.

¿Cuáles son las tres cosas urgentes que se necesitan cambiar tanto en el Poder Judicial como en la Corte?

En el Poder Judicial se refiere mucho más apertura a la información de todos los funcionarios judiciales, no solamente el conocer la existencia de ciertos o cuales tribunales, sino que exista también la información de quiénes las componen, cuáles son sus credenciales, que exista realmente un sistema que escucha a las personas.

Aquí lo que se requiere en el Poder Judicial es que realmente los tribunales escuchen a las personas, que se sienten con las partes, que escuchen sus reclamos y que puedan en ese momento realmente ponderar quién o no tiene la razón y poder eventualmente juzgar como debe ser: escuchando las partes y entendiendo sus razonamientos, entendiendo sus defensas y sus acciones.

Lo mismo que la Corte, la Corte no escucha a nadie desde el punto de vista formal escuchar con el sentido del oído; la Corte lo que hace también es derivar sus asuntos a una serie de secretarios de estudio y cuenta, de funcionarios judiciales que integran sus ponencias, y ahí es donde se empiezan a resolver los asuntos y a veces tenemos completa opacidad de quiénes son.

¿Qué opina de las críticas que hubo sobre la Reforma Judicial que antes se accedía al Poder Judicial a través de la carrera y no a través de votos?

En realidad está documentado que era muy bajo el porcentaje de funcionarios que accedía vía carrera judicial. Había un muy buen porcentaje de personas que no seguían esa carrera o que incluso habiendo concursos de oposición eran concursos que eran manejados, incluso, por el propio sistema para, de alguna manera, poderlos encaminar, digamos, a las personas que debieron de salir.

Hubo escándalos incluso de venta de respuestas y una serie de cuestiones. Entonces, no hay que escandalizarse con ese tema. Yo creo que no está grave, como se señala, 60% o casi 70% de los actuales candidatos al Poder Judicial son personas que ya estaban en el sistema anteriormente.

Si estamos hablando que 70% van a ser personas que vengan de lo mismo ¿nos vamos a preocupar entonces por el otro 30 o 35%? Es algo que habrá que ponderar y valorar.

¿Cuáles son los cambios que vamos a ver después de las elecciones y cuando entren los nuevos integrantes del Poder Judicial?

¿Qué va a pasar? Pues van a llegar los nuevos jueces, muchos ya serán jueces que llevan una carrera, el 60-70% más o menos están repitiendo o son candidatos que estarán repitiendo en sus cargos, de tal suerte que vamos a ver también, dependiendo cada juzgado, cada tribunal, pues quiénes son los titulares y qué tan preparados vienen. Por eso es bien importante que la gente analice por quién vota.

¿Va a mejorar el acceso a la justicia después de las elecciones?

Va a mejorar el acceso a la justicia en la medida en que la Corte sepa obligar a los demás funcionarios a hacerlo, porque es tan acendrado, digamos, la forma en que se litiga en México, que no son cuestiones que puedan cambiar de la noche a la mañana.

Va tener que existir en la Corte, a nivel de la Suprema Corte, y es lo que yo quiero hacer, una serie de antecedentes, de resoluciones, de precedentes, de jurisprudencia, que comience a abrir la posibilidad de que se haga efectivo realmente ese acceso a la justicia.

Carlos Odriozola

México

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