A medida que más mujeres acceden al poder, surge la pregunta sobre el rol de sus esposos. Ellos enfrentan menos presión, pero su silencio plantea interrogantes sobre la percepción pública.
Claudia Sheinbaum asume este martes la presidencia de México, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo en Norteamérica. Al mismo tiempo, Kamala Harris lidera las encuestas en su candidatura a la presidencia de Estados Unidos.
Los esposos de mujeres en posiciones de liderazgo suelen mantener un perfil bajo y adoptar roles simbólicos y discretos, lo cual contrasta con las primeras damas que tienen una presencia pública activa y visible, explicó Mauro Vargas, fundador de GENDES y la consultoría UMBRALES, en entrevista con Expansión.
Aunque los datos sobre el comportamiento de estos cónyuges son escasos, es evidente que el escrutinio al que son sometidos es significativamente menor que el de las primeras damas.
Esto plantea importantes interrogantes sobre las expectativas sociales que enfrentan los cónyuges masculinos y cómo su invisibilidad afecta la percepción pública de las mujeres líderes.
México
Tradicionalmente, se espera que las primeras damas mantengan una presencia pública activa, apoyando a sus esposos y participando en actividades sociales o culturales. Sin embargo, cuando se trata de hombres en el rol de pareja de una mujer en el poder, estas expectativas cambian. “No existe un protocolo claro para los esposos de mujeres líderes, lo que les permite mantenerse alejados del escrutinio público,” explica Vargas.
Esto es evidente en casos como el de Joachim Sauer, esposo de la excanciller alemana Angela Merkel, quien rara vez apareció en público durante los 16 años de liderazgo de Merkel. El esposo de Kamala Harris, Douglas Emhoff, ha sido más visible en algunos eventos, pero su participación activa en la política como segundo caballero ha sido limitada.
En muchos casos, los esposos prefieren continuar con sus carreras profesionales, como fue el caso de Sauer, que mantuvo su actividad académica alejada de la vida política de Merkel.
Mauro Vargas añadió que estos cónyuges masculinos no solo enfrentan menos presión, sino que, en muchos casos, su decisión de mantenerse al margen responde a un temor de ser percibidos como una “amenaza” para la autoridad de sus esposas.
Internacional
“Cuando el esposo de una líder asume un papel más activo, la percepción pública puede interpretarlo como una competencia por el poder”, mencionó.
podcast
ver más
Una de las desigualdades más notables en el contexto del liderazgo y las parejas de líderes políticos es la diferencia en la visibilidad pública.
Las primeras damas, por ejemplo, son evaluadas constantemente por su nivel de participación en la vida pública. De acuerdo con el estudio ” Women Political Leaders: The Impact of Gender on Democracy ” del King College de Londres, la falta de atención hacia los esposos se debe a las expectativas históricas que asocian a las mujeres con roles más visibles y públicos, mientras que los hombres tienen la opción de mantenerse al margen.
La diferencia en la visibilidad de estos hombres no es simplemente una cuestión de elección personal, sino que refleja una desigualdad estructural en cómo la sociedad percibe el poder y los roles de género, apuntan especialistas. Los esposos tienen el privilegio de elegir si quieren involucrarse o no, mientras que las primeras damas suelen ser juzgadas por cada decisión que tomen en cuanto a su nivel de participación.
Además, Mauro Vargas explica que las mujeres que alcanzan altos cargos de poder tienden a masculinizar su comportamiento para ser aceptadas y respetadas en un ámbito que históricamente ha sido dominado por hombres.
Esto implica que, para ser escuchadas, las mujeres a menudo sienten la necesidad de adoptar comportamientos que se consideran “masculinos”, como ser más asertivas o agresivas.
Congreso
Internacional
Deportes
México
“Estamos ante un fenómeno inexplorado”, explica Mauro Vargas. “Los ejemplos históricos de mujeres en el poder son limitados, y aún más lo son los estudios sobre el rol de sus cónyuges masculinos”.
La creciente representación femenina en la política sugiere que los esposos de líderes podrían asumir roles más activos. Este cambio podría permitirles no solo apoyarse mutuamente, sino también participar en la construcción de una política más inclusiva.
Como menciona el informe del King’s College, el liderazgo femenino tiende a fomentar un entorno colaborativo, lo que podría facilitar la participación de los esposos en causas sociales y políticas, desafiando así las normas tradicionales de género.
La clave para este futuro radica en la redefinición de las expectativas de género. A medida que las mujeres en el poder desarrollan estilos de liderazgo que son más inclusivos y menos influenciados por patrones patriarcales, los hombres pueden verse incentivados a involucrarse de manera más visible.
Este cambio también podría significar que la sociedad empiece a aceptar una visión más flexible de los roles familiares. La evolución de la percepción pública hacia los esposos de mujeres líderes podría dar lugar a un ambiente en el que tanto hombres como mujeres compartan responsabilidades de manera equitativa en la esfera pública y privada.