El jefe de la ONU, Antonio Guterres, la Corte Internacional de Justicia y la agencia para los refugiados palestinos están entre los favoritos para llevarse el premio Nobel de la Paz este año.
El Premio Nobel de la Paz será anunciado el viernes 11 de octubre en un año oscuro para la paz mundial, con el jefe de la ONU Antonio Guterres, la Corte Internacional de Justicia y la agencia para los refugiados palestinos entre los favoritos.
Los especialistas intentan vaticinar un laureado en medio de un panorama global turbulento por las guerras en Ucrania y Oriente Medio, la hambruna en Sudán y el colapso climático.
Este año se sabe de 286 candidatos en la lista de nominados, incluyendo 197 individuos y 89 organizaciones.
El Comité Nobel noruego guarda los nombres de los candidatos en secreto durante medio siglo, pero las personas elegibles para nominarlos pueden revelar a quién propusieron.
Para el Consejo Noruego de la Paz, un colectivo de numerosas oenegés, el premio debería recaer en la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), en medio del devastador conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza.
“Un premio de la paz para la UNRWA será un fuerte reconocimiento para su trabajo de cara a una situación política y económica difícil”, indica el colectivo.
La UNRWA brinda ayuda a millones de palestinos en Gaza, Cisjordania y los países vecinos.
Pero recompensar su trabajo podría indignar a las autoridades israelíes, que acusan a la organización de complicidad con Hamás.
De ser laureada, la agencia de la ONU podría recibir el premio junto a su jefe, el suizo-italiano Philippe Lazzarini.
Otra forma de abordar el conflicto de Oriente Medio, así como la ofensiva rusa en Ucrania, podría ser honrar a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), encargada de resolver conflictos entre países para evitar la guerra.
La CIJ, máximo tribunal de la ONU con sede en La Haya, ordenó a Rusia cesar su invasión a Ucrania y, meses atrás, ordenó a Israel detener inmediatamente sus operaciones militares en Rafah, en el sur de Gaza.
Las órdenes fueron ignoradas en el terreno, pero aumentaron la presión sobre los dos países para que respeten el derecho internacional.
“La CIJ ha hecho contribuciones importantes”, sostiene Henrik Urdal, director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo.
“Obviamente no es una corte que tenga poder o estructura para darle fuerza a sus decisiones, sino que depende de la comunidad internacional para darle seguimiento a sus fallos”, explica.
Asle Sveen, historiador y experto en los Nobel, considera que el premio debe ser para el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, probablemente junto a alguna agencia de la ONU.
“La ONU necesita todo el apoyo y atención que pueda obtener para sobrevivir ante las fuerzas que consideran que la fuerza es la razón”, defiende Sveen.
“Un premio de la paz para Antonio Guterres le dará una oportunidad única para (…) advertir sobre el peligro de tornar irrelevantes a la ONU y al orden mundial”, agrega.
Otros candidatos citados son la Corte Penal Internacional (CPI), la campaña para detener a los robots asesinos, la iniciativa Emergency Response Rooms para Sudán y la activista por los derechos de las mujeres en Afganistán Mahbouba Seraj.
Pero ante la situación funesta del mundo, Dan Smith, jefe del Instituto de Estocolmo de Investigación sobre la Paz (SIPRI), sugiere que este año nadie reciba el premio.
“Quizás sea el momento de decir ‘sí, hay mucha gente trabajando muy duro pero no lo estamos logrando y necesitamos que más gente y líderes mundiales despierten y entiendan que estamos en una situación extremadamente peligrosa”, explica Smith a AFP.
Pero eso es poco probable, porque sería visto como un reconocimiento de fracaso del comité de los premios.
“Confío en que habrá un candidato merecedor del premio”, asevera el secretario del comité, Olav Njolstad.
El Premio Nobel de la Paz de 2024 será anunciado el viernes a las 11H00 (09H00 GMT) en Oslo.
podcast
ver más