El primer ministro belga, Bart De Wever, dijo que probablemente Bélgica no arrestará a Netanyahu si visita el país, a pesar de la orden de captura emitida por la Corte Penal Internacional.
La presión sobre los aliados europeos de la OTAN crece. En una visita a Bruselas, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, exigió este jueves que los países miembros acuerden una “vía realista” para comprometerse con la meta de destinar el 5% del PIB a gasto en defensa, impulsada por el presidente Donald Trump.
En medio de este escenario, el primer ministro belga, Bart De Wever, encendió la polémica al sugerir que su país no detendrá al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pese a la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI).
“No pienso que haya un país europeo que detenga a Netanyahu si se encontrara en su territorio. Francia, por ejemplo, no lo haría. Pienso que nosotros tampoco lo haríamos”, afirmó De Wever en entrevista con la cadena pública VRT.
Sus declaraciones se dieron al ser cuestionado por la reciente visita de Netanyahu a Hungría, donde fue recibido por el primer ministro Viktor Orbán, sin que se tomara en cuenta la orden internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza. Coincidiendo con la visita, Hungría anunció su retiro de la CPI.
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El mandatario belga también fue consultado sobre un escenario hipotético: ¿Qué hará Bélgica si un avión en el que viaja Netanyahu aterrizara de emergencia en su territorio? De Wever dijo que es poco probable, pero agregó que “dudaría” que se proceda con su detención.
“Ese es el mundo que prefiero y si se desintegra solo podría lamentarlo”, expresó, aunque luego apeló al principio de la realpolitik.
Las palabras del primer ministro provocaron una reacción inmediata de sectores políticos y de la sociedad civil en Bélgica.
Bart De Wever doute que la Belgique ferait arrêter Netanyahou s’il venait sur notre territoire. Moi, je ne doute pas une seconde.Quand un mandat d’arrêt international est lancé, quand la justice internationale s’exprime, la Belgique doit répondre présente. Sans ambiguïté.… pic.twitter.com/cap2jmVHZf
— Paul Magnette (@PaulMagnette)
April 4, 2025
“Yo no dudo un segundo”, escribió el viernes en la red social X (antes Twitter) Paul Magnette, presidente del Partido Socialista belga francófono y una de las principales figuras de la oposición.
“Cuando se lanza una orden de captura internacional, cuando se expresa la justicia internacional, Bélgica debe responder presente. Sin ambigüedad”, afirmó. Para el líder socialista, cumplir con ese mandato es tanto “una obligación legal como moral”.
La organización de defensa de derechos humanos CNCD 11.11.11, que agrupa a varias ONGs belgas, también se pronunció en contra de las declaraciones del jefe de gobierno. En un comunicado, la agrupación calificó como “inaceptables” las afirmaciones de De Wever y recordó que Bélgica, como Estado parte del Estatuto de Roma, tiene la obligación de cooperar con la CPI.
La Corte Penal Internacional emitió en mayo del año pasado órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y los acusó de crímenes de guerra y contra la humanidad por su papel en la ofensiva militar hacia la población civil en la Franja de Gaza desde octubre de 2023. La misma corte también emitió órdenes similares contra tres líderes de Hamás.
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Desde que comenzó el conflicto, se estima que más de 38,000 personas murieron en Gaza, la mayoría de ellas civiles, según datos del Ministerio de Salud de Gaza. La CPI es la única corte internacional permanente con la capacidad de juzgar a individuos por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio, pero su autoridad depende del compromiso de los Estados parte para cumplir con sus decisiones.
Históricamente, a Bélgica se le considera un defensor del derecho internacional y de la CPI. Sin embargo, las declaraciones del primer ministro conservador reavivan el debate sobre el papel de Europa frente al conflicto en Medio Oriente y su disposición a hacer cumplir las normas internacionales sin excepciones.
Rubio, en su intervención en Bruselas, reconoció que “nadie espera” que los países alcancen el 5% del PIB en gasto militar “en uno o dos años”, pero urgió a establecer un plan con plazos concretos. Su visita se enmarca en los preparativos para la cumbre de la OTAN en La Haya en junio, donde se espera que los aliados definan un nuevo compromiso que satisfaga a Trump, quien desde su primer mandato ha acusado a Europa de “vivir bajo el paraguas” de Estados Unidos sin contribuir lo suficiente.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, afirmó que Europa ya realizó “el mayor aumento en gasto militar desde la Guerra Fría”, pero admitió que aún “se necesita más”. Sin embargo, descartó flexibilizar el concepto de gasto militar al incluir partidas como infraestructura o seguridad cibernética, una vía que se había planteado para acercarse al 5%.
Bart De Wever también se refirió al pedido estadounidense. “Alcanzar el 5% es inviable a corto plazo”, afirmó, citado por El País. “Especialmente después de haber sido humillados e insultados todo el tiempo”, agregó, en referencia al tono del presidente Trump hacia Europa.
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