El apoyo de figuras públicas a un candidato u otro puede movilizar votantes jóvenes. Aunque no siempre son decisivos, su impacto en el interés electoral es significativo y relevante.
El respaldo de celebridades a los partidos políticos en las elecciones de Estados Unidos ha sido una estrategia recurrente para atraer la atención de los votantes, especialmente del electorado joven. En este ciclo electoral estadounidense, figuras públicas como Taylor Swift, Billie Eilish, Kanye West y Elon Musk han manifestado su apoyo a los candidatos a la presidencia, lo que ha generado un debate sobre la verdadera influencia de estos endorsements en los resultados.
¿Qué efecto tienen estos respaldos y cuál es su impacto real? Mercedes Baltazar, experta en reputación y fundadora de Meraki México, habla en entrevista con Expansión sobre estas cuestiones.
Baltazar destaca el caso de la cantante Taylor Swift, cuyo respaldo a Kamala Harris ha puesto de manifiesto el poder que pueden tener las figuras públicas para movilizar electores. Sin embargo, persiste la pregunta: ¿realmente pueden cambiar el rumbo de una elección?
El apoyo de Taylor Swift a Kamala Harris ha generado un notable interés entre los votantes jóvenes. De acuerdo con The New York Times, más de 405,999 personas visitaron el portal Vote.gov (plataforma oficial para el registro del votante) solo en el primer día tras la publicación de Swift en su cuenta de Instagram, en comparación con el promedio diario de 30,000 visitas. También se reporta que el respaldo de Swift ha influido significativamente en el registro de nuevos votantes en estados clave como Pensilvania y Massachusetts.
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El caso de Taylor Swift es único porque su transición hacia el activismo político ha sido paulatina, pero poderosa. Durante años, Swift evitó hacer declaraciones políticas, manteniendo una imagen cuidadosamente neutral.
No obstante, en 2018 sorprendió a sus seguidores al manifestar públicamente su apoyo al candidato demócrata Phil Bredesen durante las elecciones para el Senado en Tennessee, estado donde dio inicio a su carrera. Así, Swift comenzó a involucrarse directamente en temas políticos. Esto también se ve reflejado en el documental Miss Americana, en el que deja en claro sus posturas a favor del género y señala que quiere estar “del lado correcto de la historia”.
Este cambio fue impulsado por su compromiso con derechos civiles, especialmente en temas como los derechos LGBTQ+ y los derechos reproductivos.
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Sin embargo, Mercedes Baltazar señala que, aunque el endorsement de Swift ha captado la atención, el verdadero reto será transformar ese interés en votos efectivos el día de las elecciones.
Además de un posible impacto en la movilización de votantes, el respaldo de Swift ha tenido importantes implicaciones financieras. El movimiento Swifties for Kamala ha recaudado más de 213,000 de dólares para la campaña de Harris, especialmente gracias a la venta de pulseras de la amistad inspiradas en su apoyo.
Esto demuestra que el respaldo de Swift no solo tiene un valor simbólico, sino también tangible. En plataformas como X (anteriormente Twitter), las swifties han difundido información relevante sobre fechas electorales, ligas de registro y análisis de candidatos, lo que refuerza su impacto. Este movimiento no está directamente vinculado a Taylor Swift, sino que son sus seguidoras quienes lideran la campaña.
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Un artículo de Knowledge at Wharton sobre el marketing psicológico detrás de las publicidades de celebridades destaca que las figuras públicas tienen un poder significativo para influir en la percepción pública.
Sin embargo, el impacto de estos respaldos varía según el contexto y la audiencia a la que se dirigen. De acuerdo con Baltazar, las elecciones de 2024 se caracterizan por una polarización más profunda, en el que los endorsements no solo reflejan preferencias políticas, sino también valores ideológicos que van más allá de las plataformas de los candidatos.
Baltazar señaló que, mientras el apoyo de Hollywood a los demócratas no es sorprendente, Silicon Valley ha mostrado una inclinación más republicana.
A diferencia de Hollywood, que aboga principalmente por políticas progresistas, Silicon Valley, aunque diversa en sus posturas, ha generado un notable apoyo hacia los valores conservadores, especialmente en temas relacionados con la libertad empresarial y la regulación gubernamental.
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Musk, quien ha hecho uso activo de sus plataformas como X (antes Twitter) para compartir memes y mensajes políticos, se ha convertido en una de las figuras más visibles que apoyan al Partido Republicano dentro de Silicon Valley.
Elon Musk ha brindado su apoyo a la candidatura del expresidente Donald Trump.
(FOTO: REUTERS/Guglielmo Mangiapane/Foto de Archivo)
Otras figuras importantes que le han dado su apoyo a Trump son los raperos Kanye West, quien ha generado polémicas con declaraciones racistas y 50 Cent, que ha hecho comentarios controvertidos sobre políticas migratorias y temas de raza.
Estas figuras, según Baltazar, parecen estar menos preocupadas por las posibles repercusiones de sus respaldos políticos, en comparación con celebridades más jóvenes como Swift o Eilish, quienes buscan mantener una imagen más alineada con los valores de inclusión y derechos sociales.
Mercedes Baltazar subraya que, aunque los endorsements de celebridades no suelen cambiar las opiniones políticas ya formadas, sí desempeñan un papel crucial en la movilización de votantes jóvenes, un grupo que tradicionalmente ha mostrado menos participación en el proceso electoral.
En particular, la Generación Z se caracteriza por una mayor inclinación a investigar y evaluar las posturas políticas de las figuras públicas que admiran antes de decidir su voto. Este grupo de votantes demanda autenticidad y coherencia de parte de las celebridades que apoyan, elementos que Baltazar considera esenciales para que los respaldos sigan siendo efectivos en el futuro.
Baltazar también enfatiza que el futuro de los endorsements dependerá de la capacidad de las celebridades para conectarse de manera genuina con causas que resuenen con los valores de las genereaciones más jóvenes. “Las celebridades deben ser conscientes de que su influencia no solo radica en su popularidad, sino en la coherencia de sus posturas.”
La reputación de una celebridad, que incluye cómo maneja su activismo, puede ser determinante para influir en este electorado joven y crítico.
Un ejemplo reciente de cómo la autenticidad y la responsabilidad son percibidas por el público joven se dio con la cantante Chappell Roan, quien se negó a hacer un endorsement público a algún candidato en la carrera presidencial.
En lugar de tomar partido, Roan invitó a sus seguidores a reflexionar sobre las causas que realmente importan y a tomar una decisión consciente sobre su voto.
En un escenario político polarizado, el voto joven será decisivo, y las celebridades continuarán desempeñando un papel importante en su movilización, siempre que mantengan una conexión auténtica y coherente con sus seguidores.
“Aunque los endorsements pueden no ser decisivos, sí tienen el poder de mover muchos números,” concluye Baltazar.
