Llegar a un acuerdo de paz entre ambas partes suena muy lejano a un año del inicio del actual conflicto en la Franja de Gaza, pues ni Israel ni Hamás están dispuestos a ceder en las negociaciones.
El 7 de octubre de 2023 se convirtió en un punto de quiebre para la historia de Oriente Medio. Lo que inició como los peores ataques contra Israel en su historia, ha continuado como una guerra en la que Israel tienen por lo menos cuatro frentes abiertos y ha intercambiado ofensivas directas con Irán, su peor enemigo regional.
Un año después de que el grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza, irrumpiera en Israel y asesinara a 1,200 personas y secuestrara a 250, el conflicto se ha extendido mucho más allá de estos dos territorios, por lo que un acuerdo para lograr la paz será muy complicado de alcanzar.
“No hay ahora espacio para la negociación, porque en una negociación necesitas ceder”, dijo Karen Demerutis, miembro de la Red de Mujeres Latinoamericanas en Seguridad (AMASSURU) en entrevista con Expansión, y afirma que en este momento ningún de las partes involucradas desea ceder ni un poco en sus posiciones.
Explica que para entrar en una negociación las partes necesitan entrar con buena voluntad y confianza en su contraparte, algo que no sucede en el conflicto entre Israel y Palestina.
La solución más aceptada por los actores internacionales en este momento, como el gobierno de Joe Biden en Estados Unidos, es la llamada solución de los Dos Estados, que implicaría la creación de un Estado Palestino, algo que Israel no está dispuesto a aceptar, pues argumenta que esto puede constituir un riesgo para su Seguridad Nacional.
La también académica menciona que por el momento es más factible pensar en un alto al fuego entre Israel y Hamás, así como otros grupos armados y países, pero igualmente reconoce que hay dificultades para alcanzarlo.
Mickey Bergman, negociador para la liberación de rehenes israelíes y profesor de la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown, explica que por el momento hay tres propuestas para alcanzar un alto al fuego que involucran liberar a los rehenes israelíes que continúan en la Franja de Gaza. De las 251 personas secuestradas ese día, 97 siguen retenidas en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército israelí.
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“El primero es el acuerdo original de Hamas. Que es lo que solíamos llamar el todo por todo, y ahora se llama el plan de tres semanas, es decir, en tres semanas Israel sale (e la Franja la guerra termina y todos los rehenes regresan a casa (…). Por supuesto, también habría la liberación de prisioneros palestinos”, explica Bergman.
Este acuerdo es rechazado por Israel, que propuso, en su momento, un acuerdo de tres estados. Una última propuesta solo incluirá la liberación de los rehenes de nacionalidad estadounidense, por lo que las primeras dos ofertas son las que han sido tomadas más seriamente. Sin embargo, ha habido un obstáculo para alcanzar un acuerdo: el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“Netanyahu inventa excusas. A veces es el regreso de la gente expuesta de los palestinos al norte de Gaza, a veces es el control del cruce de Rafah, a veces es la ruta Filadelfia, que está en la frontera entre Egipto. Siempre hay una razón. Y ahora se trata, creo, de que lo último fue que quiere la expulsión del liderazgo de Hamas. Ninguno de estos problemas es existencial o está amenazando al Estado de Israel”, asegura el negociador.
Estados Unidos es un jugador clave en este conflicto. Al ser el principal aliado de Israel, puede influir en su toma de decisiones. Sin embargo, en los últimos meses, el gobierno de Netanyahu se ha distanciado de las posiciones de la administración estadounidense de Joe Biden, quien exige desde hace meses un acuerdo de alto al fuego, aunque sin detener el envío de armas a Israel.
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Bergman dice que Estados Unidos debería tomar un rol más protagónico en las negociaciones y exigir a Israel, como aliados que son, que actúe de una manera más adecuada para lograr sus propio objetivo, que es existir de manera pacífica con el resto de sus vecinos.
El negociador, nacido en Tel Aviv, asegura que Israel ha luchado con movimientos de resistencia islamistas, como Hamás o Hezbolá, desde hace mucho tiempo, pero que estos son lo se han vuelto cada vez más extremos, por lo que es necesario, en caso de querer alcanzar una paz duradera en la región, que se eliminé de raíz la razón de la resistencia.
“Hay una mentalidad de que solo necesitamos vencerlos militarmente y se irán, nuestro problema se resolverá. La realidad es que incluso si los matas el próximo movimiento de resistencia no va a ser más moderado, va a ser más extremo, entonces tienes que atender la raíz de la resistencia en el Medio Oriente, que es la ocupación israelí de territorio palestino”, dice el especialista en negociación.
Aquí es donde Estados Unidos puede ser fundamental para que Israel tome decisiones que se dirijan a la creación de un Estado Palestino que respete los límites establecidos en el acuerdo de creación del Estado de Israel en 1948.
“Estados Unidos tiene un papel fundamental para ayudar a Israel, su mejor amigo, decir ‘es posible que no puedas verlo ahora mismo porque estás en medio de un conflicto. Confía en nosotros. Podemos llevarte a un acuerdo de paz sobre esto’”, dice.
Sin embargo, Karen Demerutis recuerda que Estados Unidos ha perdido su influencia en la región y, aunque Biden dice que quiere un acuerdo de alto al fuego en Gaza y en Líbano, no detiene el envío de las armas que le envía a Israel.
Después de debilitar las estructuras de Hamás en la Franja de Gaza y provocar la muerte de casi 42,000 personas, en su mayoría civiles, Israel mudó a mediados de septiembre de este año el centro de sus operaciones a Líbano par combatir a la milicia chiita proiraní. Desde el año pasado, este grupo ha lanzado una serie de misiles contra Israel en solidaridad con la Franja de Gaza.
Los bombardeos israelíes contra el sur de Beirut, uno de los bastiones de Hezbolá, han tenido consecuencias terribles para la organización, pues ha muerto su principal líder, Hasán Nasralá, así como la mayor parte de su plana mayor.
“Eliminamos a [Hasán] Nasralá [líder de Hezbolá asesinado el 27 de septiembre en un ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut] y al reemplazo de Nasralá y al reemplazo de su reemplazo”, dijo el martes el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en un video dirigido a la población libanesa.
En este panorama, Bergman indica que es factible y, de hecho, preferible que Líbano alcance un acuerdo bilateral con Israel, que no involucre la cuestión palestina.
“Los problemas entre Israel y el Líbano son bastante específicos. Hay un poco de tierra, afirma que no es muy poco lo que queda de la Resolución 1701 de la ONU. Y en el pasado los israelíes eran bastante reacios a seguir adelante y hacer esas correcciones fronterizas para cumplir plenamente con la resolución”, explica Bergman.
La resolución 1701 incluye medidas aprobadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para garantizar la paz entre Israel y Hezbolá después de la guerra que sostuvieron en 2006.
“Ahora, a la luz del conflicto geopolítico más grande que está teniendo lugar, Israel debería estar en una posición en la que pueda ofrecerse a resolver estos problemas. Y por lo tanto, no habrá más reclamos”, explica el negociador.
Bergman afirma que las resoluciones por las que terminaron los anteriores conflictos entre Israel y Líbano fracasaron porque no había países que pudieran hacerse responsables del cumplimiento de las resoluciones. Aconseja que Estados Unidos y Francia sirvan como garantes, mientras otros países —Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos— pueden brindar apoyo económico.
El martes, los líderes de Hezbolá dijeron que no exigen una tregua en Gaza como condición para alcanzar un alto el fuego en el Líbano.
Naim Qassem, ahora máximo responsable de Hezbolá tras la muerte de Nasralá, en un ataque israelí, dijo que respalda los esfuerzos del presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, aliado del grupo, para conseguir una tregua, sin establecer ninguna condición previa.
“Apoyamos la actividad política dirigida por Berri bajo el título de alto el fuego”, declaró Qassem. “Si el enemigo (Israel) continúa su guerra, entonces el campo de batalla decidirá”.
Diplomáticos que también tomaron nota del cambio de postura afirmaron que Hezbolá podría haber llegado demasiado tarde para generar un impulso diplomático. Israel intensificó el martes su ofensiva con el envío de tropas terrestres a más sectores de la frontera libanesa-israelí y prosigue los ataques aéreos sobre Beirut y otros lugares.
Con información de Reuters