La relación entre los gobiernos de España y México se tensó luego de que a inicios de 2019, López Obrador pidió a las autoridades españolas disculparse por los abusos cometidos durante la Conquista.
La relación entre México y España atraviesa por un nuevo desencuentro luego de que este miércoles, Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, informó que no se invitó al rey Felipe VI a la ceremonia de su toma de protesta, debido a que no hubo una respuesta a la carta que en marzo de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador le envió a la corona para que reconociera los agravios causados a los indígenas durante la Conquista española.
Las reacciones ante dicho anuncio no se hicieron esperar y Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, consideró que era “inaceptable” e “inexplicable” el no haber invitado al rey Felipe VI a la toma de protesta de la presidenta electa el próximo 1 de octubre.
Ante medios de comunicación, Sánchez declaró que España no podía aceptar esa exclusión y que por eso se decidió no enviar a ningún represente diplomático del gobierno de España a la toma de posesión de la primera presidenta de México.
Fue el 25 de marzo de 2019, unos meses después de haber asumido el cargo de presidente, cuando López Obrador solicitó al rey de España, Felipe VI, ofrecer disculpas a nombre de su país por las vejaciones cometidas por españoles en contra de pueblos indígenas.
AMLO envió una carta al rey, en la que le pidió reconocer los delitos que se cometieron entonces, para así dar un verdadero paso de “reconciliación” entre ambos países.
En la redacción del texto —que también hacía referencia a los judíos sefardíes y a la experiencia española de memoria histórica— participó la académica Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del mandatario mexicano y coordinadora del Consejo Asesor Honorario de Memoria Histórica y Cultural de México.
La carta fue enviada previo a que en 2021 se cumplieron los 500 años de la caída de la gran Tenochtitlán, por lo que el gobierno de López Obrador, buscaba de esta manera, diseñar una ruta para convertirlo en “el año de la gran reconciliación entre México y España”.
López Obrador publicó entonces un video en redes sociales en el que hablaba del tema.
“Envié ya una carta al rey de España y otra carta al Papa (Francisco) para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos. Hubieron matanzas, imposiciones, la llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz”, expresó el presidente, de pie frente a una pirámide en Comalcalco y al lado de su esposa. “Vamos a reconciliarnos, pero primero pidamos perdón”, agregó en dicho video.
Internacional
Estamos en Comalcalco, vamos a Centla a conmemorar 500 años de la batalla de los españoles contra la resistencia de los mayas-chontales. pic.twitter.com/glYO0eAMtX
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) March 25, 2019
En respuesta a la carta del presidente, el gobierno de España lamentó la publicación de la misiva y rechazó desde entonces, “con toda firmeza”, la solicitud de ofrecer disculpas.
Casi una semana después de que comenzó la polémica López Obrador consideró que al menos su planteamiento había servido para exponer el tema del racismo que todavía prevalece en la sociedad.
“Se generó un debate, es bueno. Creo que se despertó el interés por la historia, tiene que ver con el fortalecimiento de nuestra memoria histórica y salió también a flote lo que estaba ahí en el subsuelo, una corriente de pensamiento submarina muy racista porque se negaba el racismo y salió”, expresó.
La carta fue enviada tanto solo dos meses de que el presidente del gobierno español, Pablo Sánchez, visitara México en 2019, incluso fue el primer jefe de gobierno en reunirse con López Obrador después de que asumió la Presidencia, el pasado 1 de diciembre.
En esa visita, Sánchez obsequió a López Obrador el acta de nacimiento de su abuelo, quien nació en Cantabria, España, en 1893.
Aunque el gobierno de España se negó a ofrecer una disculpa hacia México, en un inicio López Obrador descartó que esto pudiera desatar un conflicto en las relaciones bilaterales entre ambos países.
“No vamos a caer en ninguna confrontación ni con el gobierno de España ni con ningún gobierno. Es un planteamiento que estamos haciendo que pensamos conveniente, para hermanar más a nuestros pueblos, el poder es humildad, no es prepotencia”, aseguró el 26 de marzo de 2019.
El conflicto fue retomado en 2021, en la conmemoración de los 500 años de la derrota de los mexicas, cuando López Obrador se volvió a referir al evento: “Hay quien dice que lo que pasó ya se olvidó, pero hay todo un movimiento de gente que derriba estatuas, en Estados Unidos, por ejemplo. Esos sentimientos existen todavía. Nosotros enviamos una carta [al rey de España] de manera respetuosa y ni siquiera tuvieron la delicadeza de responderla. Les faltó humildad”, dijo.
En esa ocasión, el presidente de México se refirió también a las relaciones comerciales de entre México y España, y expresó sus deseos por iniciar una nueva etapa en la que no se volviera a permitir el saqueo por parte de empresas españolas ni favoritismos en México como sucedió con Repsol, Iberdrola y OHL; una postura que ya había manifestado en repetidas ocasiones, cuando habla sobre los negocios en el pasado.
Las diferencias entre los gobiernos de México y España no cesaron y en febrero de 2022, López Obrador de nueva cuenta tensó la relación diplomática con España, luego de sugerir una “pausa” y reiterar que la nación debía disculparse por el saqueo de sus empresas durante el periodo neoliberal, esto porque, a su juicio, ambos países debían darse un tiempo para respetarse y que el Gobierno de España no viera a México como una “tierra de conquista”.
México
“Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben”, apuntó el presidente mexicano.
La relación entre México y España continuó en pausa durante los siguientes años, pero el tema volvió a la polémica luego de que el pasado 18 de julio, tras el triunfo electoral de Claudia Sheinbaum, el mandatario federal consideró que la presidenta electa tendría la oportunidad de volver a estrechar lazos con el gobierno de España.
“Hay posibilidades (de que se restablezcan), cómo no. Eso lo va decidir la presidenta constitucional, ella va a establecer la política exterior como lo mandata la Constitución. Eso es una facultad del titular del ejecutivo”, dijo.
“(Es) una etapa nueva. Con nosotros no hubo fractura, no hubo ruptura, nada más ese incidente, si se le puede llamar así. Pero yo creo que hacía falta la pausa. Y aclaro, no con el pueblo español, con él no tenemos ningún problema”, agregó.
Sin embargo todo parece indicar que el distanciamiento entre los gobierno de España y México continuará, pues recién se dio a conocer que España no enviará una delegación a la toma de protesta de Sheinbaum luego de considerar “inaceptable” la exclusión del rey Felipe VI de la ceremonia de investidura el próximo 1 de octubre.
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